De la persecución de los homosexuales desde la Edad Media

Un 24 de febrero como hoy, en 1524, el papa Clemente VII aprobó que la Inquisición del reino de Aragón tuviese poder judicial sobre la sodomía. O sea les daba carta libre para perseguir a los homosexuales. Esto no es noticia sólo por haber ocurrido en la misma fecha, sino porque en la última entrega de los premios Oscar se reconoció la interpretación de Sean Penn de Harvey Milk, un activista gay que ocupó un cargo político en el ayuntamiento de San Francisco y que fue asesinado junto al alcalde de la ciudad por otro concejal en 1978.

Ya desde san Agustín se considera un pecado el sexo entre dos hombres, que ya se llamaba sodomía en el siglo IV. Pero las persecuciones contra los homosexuales comienzan en el siglo VI, cuando el emperador Justiniano, de Bizancio, prohíben los “actos contra natura” por razones religiosas.

Esos actos contra natura incluían el sexo anal, que era lo que conocían como sodomía en aquella época, ya que el término homosexual no aparecería hasta el siglo 19. Los castigos que estipuló Justiniano en la ley eran la castración y el paseo público por las calles para humillación.

Pero fue algo del cristianismo, ya que apenas algunos siglos antes era normal que los hombres tuviesen relaciones entre sí, tanto en la cultura romana como entre los griegos. No era mal visto, ni menos todavía castigado.

Es a partir del cristianismo que se comienza a penar todo tipo de acto sexual que no sea exclusivamente con el fin de la reproducción, y el sexo entre hombres caía en esa categoría. Incluso durante gran parte de la Edad Media, se calificó de sodomía a todo tipo de relación sexual que no apuntaba a la reproducción.

Pero los castigos no fueron comunes hasta entrado el siglo XIII, antes tan sólo se descalificaba y quien incurriese en la sodomía era un pecador. Pero ya entrada la Edad Media, la sodomía o la homosexualidad comenzó a ser castigada en casi toda Europa.

En la época de las cruzadas, la propaganda anti islámica los acusaba de sodomitas, por lo que la sodomía comenzó también a asociarse con los herejes y con las herejías, y los castigos se agudizaron hasta imponer la muerte ante un acto sexual homosexual.

Igualmente la homosexualidad era algo bastante extendido en tiempos medievales, pero generalmente la clave era la discreción. Tal vez por eso se agudizaran cada vez más los castigos, al grado de que ya ni si quiera se aceptase en la sociedad que un hombre pudiese sentir atracción hacia otro hombre.

Pero ya en tiempos de los Reyes Católicos de España, la sodomía estaba peligrosamente relacionada con la herejía y con los musulmanes, o sea con la lucha que estos reyes mantenían contra el Islam por la reconquista de la Península ibérica. En esos tiempos a los sodomitas se los castigaba con la castración o la lapidación, pero luego se agudizaron los castigos hasta llevar a los sodomitas a la hoguera.

Pero sólo en Aragón la Inquisición se ocupó de juzgar a la sodomía, en los demás países fueron los tribunales civiles. Tribunales que hasta el siglo 19 seguían teniendo leyes contra la homosexualidad. Hoy por suerte los homosexuales cada vez tienen menos rechazo por la sociedad, y están ganando sus derechos en muchos ámbitos, si bien el prejuicio sigue en casi todas las sociedades.